Actividades Latido de Libertad

martes, 5 de agosto de 2008

PetróleoRock 2008

Tercera edición del Festival Petróleo Rock, y segunda consecutiva en el campo del CD Casco Viejo en Miranda de Ebro. En esta ocasión el festival constaba de tres días de conciertos, aunque sólo pudimos acudir al último, al que todos teníamos claro que era el “día grande” del festi. Los primeros que lo tenían claro, los organizadores, que pusieron la entrada para ese día a 35 euros, mientras que el abono completo valía 50 pavos. Aunque no fuimos, del primer día está claro que lo más esperado era el concierto de Andanada 7, mítica banda de punk madrileña que en esta moda del revival ochentero se han vuelto a juntar para dar unos cuantos bolos. Del segundo día me cuentan que el plato fuerte fueron los Lendakaris Muertos, aunque yo me quedé con las ganas de ver a Etsaiak, la verdad, pero no se puede estar en todo. Así pues vamos a ir contando lo que vieron estos ojitos y escucharon estos oídos que se han de comer los gusanos el sábado 2 de agosto allá en Miranda de Ebro. Para empezar, sí, algo han mejorado las infraestructuras “secundarias” del festival como es todo el tinglado de zona de acampada, duchas, baños y tal. Pero le sigue quedando muchísimo. Nosotros, al ir solo dos y para una noche pasamos de montar tienda, porque realmente este festival invita más a la supervivencia que a la acampada. Queda por mejorar, a ver si para próximas ediciones van tomando nota. Una cosa que me llamó la atención con respecto a la edición anterior es que esta vez solo había un escenario en lugar de dos, aunque fueron bastante eficaces para cambiar el equipo entre grupo y grupo. Abrieron a Kal y Kanto haciendo ska, siguieron Nao que no logro recordar qué hacían, imagino que me pillarían en el rato que fui a comprar algo de papeo. Después tocó el turno a los skatalíticos Discípulos de Otilia, que con un repertorio que mezclaba sus clásicos de hace una década con su último trabajo hicieron moverse a la peña bajo el sol abrasador, lo mismo que los “italianos” de No Relax con su cantante que causa furor entre el público masculino. Ahora tocaba uno de los primeros platos fuertes del día fuerte: Segismundo Toxicómano. Para la gira de este año y como ya pudimos comprobar unas semanas antes en otro festival, siguen sin meter temas nuevos pero sí han cambiado un poco el repertorio, que ya no es como poner el disco en directo “Balance de daños”, añadiendo temas que se quedaron fuera como “Por ti” o “Hipócritas” y quitando otros. En “Euskadi” (que por cierto, Miranda, al menos por ese día y en el recinto de conciertos parecía un barrio de Gasteiz) sacaron a cantar al chavalín de alguien del grupo o cercano a él; se marcaron una versión de los Cicatriz, “Botes de humo” con el bajista suplente, y para cerrar, con muy buen criterio, metieron la de “Las drogas” en lugar de ponerla entre las cuatro primeras. Después, más vitorianos y más ska: Betagarri. Muy buen bolo, versión de Potato incluida, el tradicional festival de banderas entre las primeras filas (destacando la bufanda del CD Sigüenza jeje), constante movimiento e impresionante sección de vientos. Desde temas clásicos a temas de su último trabajo “Hamaika gara”, pasando por supuesto por “La chica del batzoki” de los imprescindibles Doctor Deseo. Le llegaba el turno al hardcore con Koma, banda que tampoco es que me entusiasme, así que tocaba reponer líquidos que el sol estaba siendo matador. Similar pasó con Gatillazo, de los que sí pudimos escuchar algo más, y no puedo evitar partirme la caja cuando hacen la versión de “Soy una estrella del rock” de La Polla, Evaristo vacila a los fans cantando su propio nombre y estos hacen lo mismo que les critica. Definitivamente, el punk murió hace mucho. Después tocaba a ooootros vitorianos, Kaótiko. Son punk pijo por mucho que canten de drogas en vez de cantar a amores, sí, las pintas del cantante son las mismas que las de los del canto del loco, sí. Pero tienen algún que otro temita guapo. Sacaron disco nuevo hace poco, pero no dieron demasiado la brasa con él, y se iban dejando para el final los temas más conocidos como “Otra noche”. Aunque se hicieron algo largos con tanto bis y rebis y requetebís. Por fin, los que para mí eran uno de los motivos para desplazarme hasta Miranda y que no decepcionaron sino que estuvieron muchísimo mejor de lo que podía esperar: Berri Txarrak. Estética y puesta en escena minimalista (como iluminación únicamente luces blancas que de cuando en cuando destrozaban las retinas del público con el efecto flash), y tres únicas personas para meter un ruido de mil demonios. Impresionante. Sencillamente impresionante. Es uno de los últimos conciertos del bajista, Rubio, con la banda y el público se encargó de emocionarle sacando una pancarta pidiéndole que reconsiderara la decisión y coreando su nombre. La rehostia de concierto, qué cambios de ritmo, qué absoluta coordinación… y qué guinda con la versión de “Leitmotiv” de Kop. Y para cerrar, la canción del Gazte Topagunea de hace un par de años. Después, llenazo en el campo de fútbol. Y es que estaba claro que los también vitorianos, como no, de Soziedad Alkohólika eran el auténtico plato fuerte del PetróleoRock. Y será porque después de un orgasmo para enmarcar lo que venga inmediatamente después tiene que ser más flojo, pero me dejaron frío. El público menos cafre que en otras ocasiones que he visto a los S.A. y ellos que cuando por fin habían logrado enganchar, van y acaban. Empezaron del tirón con dos temas del disco nuevo, “Mala sangre” y una que aunque tiene su tiempito no es de los clásicos como es “Polvo en los ojos” y costó, costó… Y mira que no faltaron clásicos como “Ratas”, “Cuando nada vale nada”, “Ciencia asesina”, “Palomas y buitres” o “Piedra contra tijera”, pero cuando cerraron con “Nos vimos en Berlín” nos mirábamos en plan de “aquí ha faltado algo”. Con algunos problemas de sonido arrancó la Banda Bassotti, por fin anunciados con su nombre y no escondidos como grupo sorpresa ni nada así, que en el PetróleoRock dicen que pasan de ese tipo de historias. Creo que seguramente haya sido la vez que haya visto a los italianos en la que más me he enterado de su puesta en escena, jamás me había parado a fijarme y la verdad es que vaya vidilla que le dan los cabrones. El repertorio, pues el que vienen haciendo toda esta gira, clásicos, versión de Kortatu y temas de su último trabajo “Viento, lucha y sol”. Para ir cerrando la noche, cambio de tercio radical. El punto freak del festival lo puso la actuación de Los Manolos, que no terminarían de flipar con donde cojones se habían metido, interpretando temazos imprescindibles de la rumba catalana. Y para cerrar el Petróleo 2008, La Pulquería, desde Granada, metiéndole caña al mariachihardcoreflamenco o como os atreváis a etiquetarles.

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