Actividades Latido de Libertad

jueves, 3 de julio de 2008

Cronica desde los campos de Refugiados de Libano 2

Saida... Hoy paseé por Saida, sali de la tensión que supone el campo de refugiados de Ein El Hilweh para conocer esa otra parte de la ciudad donde conviven libaneses y palestinos. Relajado me perdi por el restaurado zoco donde conocí a Samah, un palestino que intento ir de vacaciones a España y le negarón la visa, no le quedo mas remedio que optar por China para hacer turismo y buscar nuevos horizontes laborales. Despues de un mes explotado en un restaurante libanes trabajando 14 horas al dia decidio volverse a Líbano. Los pescadores de la cornissa ( paseo maritimo ) desenredaban sus redes para la faena nocturna mientras comenzaban a llegar decenas de jovenes y familias completas a fumar narguile a la orilla del mar. Como turista (o eso debia de parecer a sus ojos), era el centro de las miradas. Ausente, mirando a izquierda y derecha, arriba y abajo, ausente. Solo y pensativo entre la relajación de los que no viven en guerra, o sí pero como si no. Octogenarios expertos en narguilas sorprendidos de ver un europeo junto a ellos, curioso y sonriente intentando empatizar mientras imitaba sus caladas. Humo blanco y denso sale de nuestras bocas mientras esbozamos una sonrisa de simpatia y aceptación. Nos despedimos agradecidos por esa compañia muda que por el espacio de cuarenta minutos nos hemos hecho, disfrutando ambos de la monotonia rota. Siento que ya relaje el ansia de salir de la celda que supone para una persona que no habla arabe el campo de refugiados. Hora de volver a casa. Osado yo que decidí salir solo y sin compañia a dar un paseo por la ciudad, me salio bien el taxi para salir del campo....ahora toca volver. Consigo un taxi que me cobre por un servicio en vez de por un privado pero no habla ingles. Como puedo me hago explicar - "I want to go to Ein El Hilweh, to the market street"-. El taxista no se entera de nada y yo no se como hacerme entender. Se sube una mujer con una niña al taxi, para otro servicio. Entre todos acertamos a entendernos de que voy a Nedaa Insana en el campo de refugiados, el taxista se apura en saber si tengo permiso para entrar en el campo y le relajo -"He He...no problem". Nada mas cruzar el control del ejercito libanes y una vez dentro del campo le digo al taxista que paré, que quiero caminar por el campo. Sorprendido me hace caso pero de alguna manera le logro entender que no es buena idea...en este caso, mi necesidad de vivir pude mas que la razon. Donde me he bajado del taxi es la zona que controla una organización islamica llamada "Yond Al Shem" o algo asi, hombres barbudos y con la cabeza pelada controlan el area con lo que me parecen metralletas muy nuevas, demasiado tal vez. Me miran de arriba a abajo, yo vestido discreto y serio, saludo al pasar a su lado - " Salam Aleikun" -, a lo que me responden respetuosos y mas serios que yo -"Aleikum Salam"-. Me siguen con la mirada y me imagino para mis adentros que se preguntan quien soy, como he entrado en el campo, que hago en su zona. Tranquilo y seguro camino por sus calles, nadie me molesta mientras intento descifrar el significado o el mensaje de decenas de carteles que adornan las paredes de esta parte del campo: una foto de fondo con miles de personas, sobre esta destacan varias fotos de menor tamaño de hombres con la cara cubierta, una cinta en la cabeza con un texto escrito y un lanzacohetes sobre el hombro. Sus martires me imagino. Sin salirme de la calle principal por precaución (ya me sentia demasiado osado como para callejear) consigo llegar a la calle del mercado y me adentro en ella entrando en la zona de Hamas, por aqui ya estoy seguro. Los menos de 15 minutos en la zona del grupo islamico mas friky del campo se han hecho largos pero ha sido interesante el ver que tampoco muerden, que todos los riesgos se miden y que esta vez he acertado. Son las 19h. y desde los altavoces de las mezquitas comienza a sonar la llamada a orar - " Ala es grande, Ala es grande, Ala es grande.....confirmamos que no hay mas Dios que Ala, Mohamed es el profeta de Dios, vengan a orar, vengan a orar, vengan a orar.......Ala es grande, Ala es grande, Ala es grande......no hay mas Dios que Ala"- . Frases repetidas desde los siglos de los siglos que hoy dia siguen teniendo su efecto en una sociedad donde las tradiciones cuentan como un valor. Decenas de personas comienzan a salir de callejones en dirección a la mezquita, una mezquita suni que queda a mi espalda. El efecto de la llamada tiene un eco inmediato y la puerta de la mezquita, cinco minutos antes vacia, en esos momentos no deja ver su interior con el paso de la gente. Es la pasion de Ala, la de Cristo ya la conocimos. Es dificil comprender desde nuestro ojos esta pasión pero ciertamente el sonido del Iman por los altavoces de la mezquita suena a poesia, poesia cantada al estilo de los mongol Llego a casa, mi pequeño refugio donde me espera Garcia Marquez y su genial Coronel que no tiene quien le escriba, y despues vosotros, los que me leeis cuando quereis u os apetece.... Un saludo, Manuel http://www.culturaypaz.org

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